La historia de George Best

‘El Quinto Beatle’, una figura icónica envuelta por el talento, la fama y la polémica

Personalidad, técnica, velocidad, cambio de ritmo, gambeta, gran capacidad para dejar rivales regados en el camino, genial definición, excelente tiro de larga distancia y hasta un eficiente cabezazo, fueron algunas de las características de George Best, legendario extremo derecho, considerado uno de los mejores futbolistas de la historia.

Nació el 22 de mayo de 1946, en Belfast – Irlanda del Norte. Fue un niño tímido y destacado estudiante, obsesionado desde chico con el balón. Un día, Bob Bishop, ojeador del Manchester United, observó a Best jugando en las calles de la capital norirlandesa, momento en el que lo bautizó como un “genio”, al que llevó al equipo de casaca roja. Al mando de Matt Busby, George debutó con tan solo 17 años, un 14 de septiembre de 1963. En los ‘Diablos Rojos’ formó parte de un cuadro de estrellas, en lo que, junto a Bobby Charlton y Denis Law, formaron la denominada ‘Santísima Trinidad’, un trío ofensivo que marcó época.

Primeros años en el Manchester United

En 1968, levantó la Copa de Europa con el Manchester United, siendo el primer club inglés en hacerse del torneo continental, dejando en el camino a grandes elencos, como el Real Madrid en semifinales o el Benfica en la final. Apodado ‘El Quinto Beatle’, ese mismo año alcanzó el Balón de Oro.

La mayor parte de su carrera está apegada al Manchester United (1963 – 1972), institución en la que brilló intensamente y consiguió cinco títulos nacionales. También, George recorrió diferentes lugares del mundo y vistió las camisetas de diversos clubes, como por ejemplo: Jewish Guild (1974), en Sudáfrica; Dunstable Town (1974) y Stockport County (1975), en Inglaterra; Cork Celtic (1975), en Irlanda; Los Ángeles Aztecs (1976 – 1978), en Estados Unidos; Fulham (1976 – 1978), nuevamente en el balompié inglés; Fort Lauderdale Strikers (1978 – 1979), de vuelta en el fútbol estadounidense; Hibernian (1979 – 1981), en Escocia;  San José Earthquakes (1980 – 1981), una vez más en USA; Bournemouth (1982 – 1983), otra ocasión en Inglaterra; Brisbane Lions (1983), en Australia; y, finalmente, en el Tobermore United (1983 – 1984), en su país natal. A su vez, de manera amistosa, disputó partidos para el Sea Bee y el Hong Kong Rangers, ambos equipos de Hong Kong. Por otro lado, para la Selección de Irlanda del Norte jugó 37 partidos, en los que anotó nueve goles.

Jugando para Irlanda del Norte

A pesar de ser dueño de un sinnúmero de distinciones individuales, a Best también lo identificaron varias faltas disciplinarias, ya sea dentro y fuera de la cancha, sobre todo durante sus últimos años en el Manchester United, a tal punto que a sus 26 años anunció su retiro del profesionalismo, decisión que duró poco, ya que posteriormente se arrepintió.

Una de sus etapas más recordadas fue cuando decidió irse a Los Ángeles Aztecs, en donde fue parte de aquella época nutrida de estrellas en un novedoso fútbol estadounidense, junto a destacadas figuras de renombre, como Pelé, Johan Cruyff o Franz Beckenbauer.

Figura de Los Ángeles Aztecs

“En 1969 dejé el alcohol y las mujeres. Fueron los peores 20 minutos de mi vida”. Esta es una de las frases más célebres de Best, quien a la par de ser un destacado jugador, resaltaba en la vida bohemia. La fama, el alcohol y salidas nocturnas lo llevaron a estar en la mira de la farándula, lugar en el que, gracias a su estilo, cabello y patillas largas, explotó su imagen y se convirtió en un icono social. Sus apariciones en algunos comerciales, lanzar una línea de ropa y demás situaciones lo ubicaron como objetivo de los paparazis.

“Hace años dije que si me daban a elegir entre marcar un golazo al Liverpool o acostarme con Miss Mundo iba a tener una difícil elección. Afortunadamente, he tenido la oportunidad de hacer ambas cosas”, dijo ‘El Chico de Belfast’, como también se lo conoció.

En el Hibernian escocés

A lo largo de su vida tuvo más de un escándalo que lo llevó a tener algunos problemas judiciales por motivo de la bebida. “Me gasté todo el dinero que gané en alcohol y mujeres; el resto lo malgasté”: declaración que mostró cómo fue su filosofía y pensamiento en el diario vivir.

El alcohol le produjo diversos problemas de salud, a tal punto que en 2002 recibió un trasplante de hígado, en una operación que casi le cuesta la vida. Más tarde, en 2004 quiso acercarse nuevamente al fútbol desde dentro y firmó como entrenador de las inferiores del Portsmouth FC. Sin embargo, prácticamente nunca abandonó la bebida y murió en un hospital de Londres a los 59 años, el 25 de noviembre de 2005, debido a una infección de riñón, derivada por repercusiones en torno al trasplante practicado tres años atrás. Antes de fallecer dijo: “No mueran como yo”.

En el terreno de juego, siempre hizo honor a su apellido. Fue propietario de un talento y clase inmensa. Era individualista y le gustaba ser la figura de la cancha. Auténtico, único, sin pretender ser ejemplo para nadie. Ese fue George Best, quien hasta el día de hoy es parte de la cultura popular, ya que existen diversos libros, películas, murales y demás representaciones artísticas en diversos lugares del mundo en torno a su persona, inclusive el aeropuerto de Belfast lleva su nombre. TF

Autor nota: Martín Guzmán Vela (TW: @MartinGuzmanTF | IG: @martinguzmanvela).

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