Entrevista | Ángel Cappa: El juego es lo que nos da la alegría de vivir

Conversación con un DT argentino que destaca el respeto a la pelota como un elemento fundamental

“Yo creo que el juego es lo más importante que tiene uno, porque a través del juego uno se humaniza, porque lo pasa bien, porque se divierte, porque se ríe, porque disfruta”, sostuvo Ángel Cappa, entrenador argentino, oriundo de Bahía Blanca y radicado en Madrid, quien dirigió en su país, España, Perú, México y Sudáfrica. Asimismo, ha escrito diversos libros que cuestionan el negocio en el fútbol, dejando sobre la mesa la importancia de reflexionar y debatir permanentemente.

En charla para Tercer Fútbol resaltó al barrio como escuela y nos compartió su visión sobre aspectos como la creatividad y la identidad. Además, recordó varios pasajes de su carrera en clubes como el Real Madrid, Racing, Huracán o Universitario. A su vez, analizó el presente y futuro del balompié.

¿Cómo ve usted el fútbol actual?

Cuando uno generaliza siempre comete errores, pero el negocio se apoderó del fútbol y lo está cambiando, le está cambiando el significado, está interviniendo en el juego indirectamente o directamente también y por lo tanto el fútbol poco a poco está dejando de ser lo que fue hasta que el negocio intervino directamente en el fútbol. En este caso, con la tecnología, por ejemplo, con la intromisión de los grandes empresarios o grandes multimillonarios que han privatizado el fútbol, que han comprado los clubes, los clubes han dejado de ser un lugar de reunión social, una seña de identidad, un sentido de pertenencia para mucha gente y se han convertido en general en empresas, por lo menos lo que sucede en Europa, en España, salvo cuatro clubes, el Madrid, el Barcelona, el Athletic de Bilbao y el Osasuna, el resto son entidades privadas. Eso cambia el sentido y el significado de lo que era este juego que nació, primero nació en colegios privados de Inglaterra, pero inmediatamente pasó a la clase obrera. La clase obrera se apoderó de este juego y nació en los suburbios de cualquier ciudad del mundo. Es una seña de identidad, una manera de expresión y de comunicación para los chicos pobres de todo el mundo. Eso ha dejado de ser, por lo menos el fútbol profesional y se ha convertido en otra cosa.

Pero los futbolistas continúan siendo los mismos chicos pobres, ¿verdad?

En general sí. Ya no siempre, porque también en algunos países se han incorporado gente de clase media, pero en general siguen siendo los chicos de los barrios más pobres.

Desde que arrancó en el fútbol, ¿cómo ha evolucionado hasta esta época el fútbol?

Antes tenía más importancia el juego, por lo menos en mi país, en Argentina. El juego tenía, yo no digo más importancia que el resultado, pero tanta importancia como el resultado. Ganar de cualquier manera no era el propósito de ninguno, por más modesto que sea el equipo, trataba de jugar lo mejor posible. Entonces el juego tenía ese significado, porque el juego te daba prestigio, el juego te daba orgullo, te sentías orgulloso de jugar bien y te daba el respeto ajeno también. Te respetaban, en el barrio, por ejemplo, el más respetado era el que jugaba mejor. Eso fue evolucionando y ahora da igual, el asunto es ganar. Muchos entrenadores y algunos jugadores dicen que lo único importante es ganar, no solamente lo más importante. Siempre fue lo más importante ganar porque es una competencia, pero no lo único importante.

Cappa junto a Valdano y Raúl en el Real Madrid

Y los directores técnicos, ¿qué rol cumplen dentro de eso?

Hay de todo, hay entrenadores que siguen respetando el juego, siguen respetando la pelota, siguen respetando como lo más importante, como el instrumento más importante que tiene este juego, siguen respetando a la gente que va a la cancha y otros no. A otros no les importa. No tienen sensibilidad tampoco, porque hay que tener un poco de sensibilidad, igual que para ver pintura, para ir al teatro, ir al cine o para leer un libro hay que tener sensibilidad y para el fútbol igual. Que hay gente que no tiene sensibilidad y que lo único que le importa es el bolsillo, entonces ahí hay muchos entrenadores, no solamente de clubes poderosos. Acá en España, el Girona es un equipo que juega muy bien y es un equipo modesto. El Bayern Leverkusen, que no tiene grandes figuras del fútbol y, sin embargo, ha sido un espectáculo lo que ha dado en Alemania y además ha salido campeón, para ratificar una vez más que si uno juega bien, tiene más posibilidades de ser campeón.

¿Cómo se ha diferenciado a lo largo de los años este rol social y cultural que tiene el fútbol?

Yo creo que a partir de los años 60, cuando la clase dominante se dio cuenta que ahí había un negocio fabuloso, un negocio internacional, inagotable, con clientes con una fidelidad absoluta y dejaron de mirar al fútbol con la nariz fruncida. Empezaron a decir “ojo que acá hay un negocio muy grande”. Yo creo, para poner una fecha estimativa, más o menos en los años 60, comenzó a introducirse el negocio y ahora ya de forma absoluta. Son las televisiones las que ponen los horarios, los partidos, etc. No hay un criterio deportivo, sino hay un criterio monetario, un criterio de dinero para tomar las decisiones.

Usted tiene varios libros escritos y columnas en distintos diarios de España y del mundo. ¿Cuál es la importancia de escribir sobre fútbol?

No lo sé. Si me pregunta por qué escribo, yo no lo sé. Escribo porque tengo ganas. Escribo porque me ayuda a pensar y después a veces lo publico, otras veces no. Ahora tengo un montón de cosas que escribí y voy a ver si las puedo publicar o no,  pero siempre cuando uno escribe, la propuesta es la discusión, la propuesta es “mirá, yo digo esto a ver qué te parece”, para ayudar a pensar, no para que alguien se rija de lo que yo estoy diciendo o de cualquier otro libro, sino al revés, para ayudar a pensar y decir “yo estoy de acuerdo con esto y con esto no”. Posiblemente cumpla esa función.

Ahora usted tiene un programa en Youtube con Fernando Signorini y Rubén Rossi. ¿Cuál es la importancia de conversar y debatir permanentemente de fútbol?

Hay que conversar, hay que hablar. El diálogo es importantísimo. Hay que comunicarse. Uno va defendiendo una idea, naturalmente, cada uno tiene una idea de lo que es el fútbol, de lo que es la vida. Es muy importante comunicarse y como tenemos esa oportunidad de estar en YouTube y de llamar a jugadores, ex-jugadores, entrenadores y hablamos y defendemos nuestra idea y los que están ahí también opinan y es eso: dialogar.

Actualmente, ¿qué equipo le gusta ver? ¿Qué jugador sintoniza con su forma de observar el fútbol?

El Manchester City, el Bayern Leverkusen, el Liverpool, el Arsenal, el Girona y algún otro que se me va ahora. De Argentina no puedo ver fútbol porque no lo dan, veo los resúmenes nada más.

Entrevista vía Zoom

¿Y qué punto en común tienen esos equipos que le enganchan a usted?

Primero, la defensa de la pelota, el amor a la pelota, es decir, en esto del fútbol uno comienza enamorándose de la pelota y después, del juego, pero lo primero es el amor a la pelota y estos equipos están enamorados de la pelota, la quieren tener siempre y con la pelota algunas veces sale, otras no, pero con la pelota hay más posibilidad de ganar, según como la use, pero lo primero es eso, lo primero es enamorarse de la pelota, la tenencia de la pelota y a partir de ahí  ver cada uno cómo la utiliza.

Usted nos habla del juego permanentemente. ¿Cuáles son las virtudes del juego? ¿Qué implica el juego?

El juego es lo que nos da la alegría de vivir. El cine es un juego, la literatura es un juego, la pintura también. Todo el arte es un juego y nos hace la vida un poco más llevadera. No me acuerdo quién dijo, un escritor, dijo “¿quién dice que el juego es menos importante que las cosas serias? Yo creo que el juego es lo más importante que tiene uno, porque a través del juego uno se humaniza, porque lo pasa bien, porque se divierte, porque se ríe, porque disfruta. Cuando yo digo esto algunos piensan que jugar al fútbol, uno se lo toma en broma. Los chicos, los niños cuando juegan, juegan con absoluta seriedad. Cuando están jugando no juegan en broma. Juegan, y al juego que juegan, lo hacen con mucha seriedad. Para jugar bien y para disfrutar hay que ser serio, hay que jugar con seriedad. Eso es el fútbol y eso es todo., porque si yo hago una película sin seriedad, sin responsabilidad, entonces yo hago una mala película. Entonces el juego se desvirtúa.

¿Qué rol juega la creatividad en el fútbol?

Absoluto, siempre, para atacar y para defender y para tener la pelota. Es un juego creativo, por eso, yo cuando veo a los entrenadores, sobre todo en Europa, en la banda haciendo señas permanentemente, la verdad que seguramente lo hacen para los periodistas, porque han sido jugadores y saben que no se puede jugar y mirar al entrenador al mismo tiempo. Y por otra parte, le están quitando al jugador la iniciativa, porque supongamos que lo escuchan o que lo pueden ver, cosa que no pueden, pero vamos a suponer que sí, entonces si el entrenador me dice “vas a la izquierda” y yo me pongo a la izquierda, pero yo estoy pensando que era más a la derecha. Me está quitando lo creativo o intenta quitarme lo creativo. El entrenador es importante hasta que empieza el partido, una vez que empieza el partido, el importante es el jugador. Como el director de teatro, ¿vos te imaginás alguna vez un director de teatro arriba del escenario diciéndole a los actores “ahora tú, un poquito más atrás, habla más fuerte”? No. El actor le diría “escucha, ahora actúo yo”. El jugador de fútbol, cuando empieza el partido, actúa él y por supuesto que es una actividad creativa dentro de una idea colectiva.

¿La creatividad se va perdiendo en el fútbol?

Se ha ido perdiendo, pero no solamente el 10, sino se ha ido perdiendo en todo sentido. Si un entrenador dice “a mí lo único que me importa es ganar y no me importa cómo”, ahí está, además tiene miedo de jugar, esa es la verdad. Cuando un entrenador quita la creatividad de los jugadores es porque tiene miedo y, sin embargo, aparenta un tipo muy valiente, muy luchador. Tiene miedo, porque tiene miedo de jugar. Si a vos te dan 100.000 dólares para ir al casino, y jugás tres dólares a color, tenés miedo de jugar. Entonces mejor que te vayas del casino. Esto es lo mismo, los entrenadores tienen miedo de jugar, tienen miedo de que el equipo juegue, le tienen miedo al jugador creativo, entonces prefieren un tipo combativo, que son útiles, que no estoy en contra de los jugadores, que son útiles, pero los que ganan los partidos son los creativos, generalmente.

Campeón con Universitario en Perú

¿Qué ha significado la influencia de César Luis Menotti en su carrera?

Un maestro. Yo siempre distingo dos cosas: César es mi amigo, mi amigo íntimo y Menotti es mi maestro, fue mi maestro y sigue siendo mi maestro, cada conversación que tenemos, uno siempre aprende algo. Es un maestro, alguien que entiende el juego, que profundiza a partir de los conceptos. El concepto es lo que te permite entrar en la intimidad de algo. El concepto define cosas y entonces te ayuda a entender. Menotti permanentemente está introduciéndose en la intimidad del juego y uno aprende permanentemente.

¿Qué ha representado Menotti a lo largo de la historia del fútbol?

Hay dos entrenadores contemporáneos que son fundamentales: uno es Rinus Michels, desde la táctica, los equipos han sido más cortos, la presión en la pérdida de la pelota, la rotación de los jugadores un montón de cosas tácticas; y Menotti desde los conceptos y desde entrenar a partir de las acciones del juego con conceptos del juego. Después hubo grandísimos entrenadores que aportaron muchas cosas: Johan Cruyff, Telé Santana, Arrigo Sacchi y muchos entrenadores que aportaron cosas importantísimas y otros que son destructores y que mala suerte han ganado y entonces también han creado ciertos seguidores.

¿Cuáles son los aspectos más importantes que debe tener un director técnico?

En primer lugar, entender qué significa el fútbol. En segundo lugar, conocer el juego. Después, tener capacidad de conducción. Ser capaz de, a partir de una idea, comprometer a todo el plantel. Tener capacidad de análisis. Saber elegir los jugadores. En fin, hay muchas cosas. Para que después te echen cuando perdés tres partidos.

Usted ha sido parte de cuerpos técnicos del Real Madrid, ha dirigido a River Plate y también a otros equipos quizás un poco más chicos. ¿Qué diferencias hay entre dirigir un grande y dirigir un equipo más modesto?

Los jugadores. Cuando vos dirigís un equipo grande, las posibilidades de perder son muy pocas. Cuando dirigís un equipo inferior ahí ya cada partido es más angustioso porque evidentemente tenés más posibilidades de perder. Los grandes jugadores tienen una capacidad de recepción mayor que un jugador del montón, porque seguramente no tienen nada que aparentar, escuchan y absorben lo que les viene bien. En cambio, un jugador, no todos, pero un jugador menor tiene que aparentar que es mayor y tiene que aparentar que sabe todo y es más difícil a veces que escuche.

En la actualidad, ¿qué jugadores usted ha notado que tienen esa capacidad de recepción?

A mí me parece Modric un crack, en todo el sentido de la palabra, tiene una gran capacidad para ocupar los espacios, cosa que eso también es táctico, saber dónde estar en cada momento, tiene un dominio de la pelota exquisito, sabe cuándo hay que ir por la derecha, por izquierda, cuándo hay que ir para adelante, cuándo hay que ir para atrás, cuándo hay que frenar, cuándo hay que acelerar. Kroos es otro grandísimo jugador. Bellingham también, aunque últimamente no estaba rindiendo al nivel que tenía al principio, pero muy buen jugador de fútbol, jugador importante. Gundogan, también. De Bruyne.

Ángel Cappa y César Luis Menotti

A lo largo de su carrera como director técnico, ¿qué tipo de jugadores de esas características recuerda que tuvo?

Muchos jugadores. Marcelo Benítez cuando empecé a dirigir Banfield, por ejemplo. Después en Huracán, el ‘Toti’ Iglesias, un goleador que enseguida captó una idea y que se la copié a Hugo Sánchez. Hugo Sánchez siempre definía a un toque porque estaba al revés de la jugada, si la jugada estaba por la derecha, él estaba por la izquierda, si la jugada estaba por la izquierda, él iba a la derecha, entonces cuando lo encontraban, lo encontraban de frente. Michelini, un jugador muy inteligente en Racing, volante central. Bolatti, Pastore, De Federico. Después, en el Real Madrid también, Fernando Redondo, Hierro, Sanchís.

¿Alguna vez tuvo alguna chance de venir a dirigir en Ecuador?

Me parece que sí, un equipo de los militares. Alguna vez hable con ellos. No me acuerdo por qué razón me fui a otro equipo, porque también estaba hablando con otro equipo.

¿Cuál es el momento que usted siempre lo tiene latente a lo largo de su carrera?

Muchos momentos. Momentos buenos en Universitario de Lima, que cobramos un mes, no cobramos nunca más y fuimos campeones, porque el compromiso de los jugadores. Con Racing en el 98, partidos, por ejemplo, ganar en el Morumbí por primera vez, un equipo argentino ganó en el Morumbí al Corinthians, ganar con Racing a Gimnasia de la Plata, que tenía muy buen equipo después de 39 años, ganarle a Independiente en la cancha de Independiente después de 17 años; con Huracán, cualquiera de los partidos que elijas, menos el último. Y momentos malos también, momentos malos con Gimnasia, he tenido momentos de perder partidos increíbles, insólitamente, también en México, con el Atlante, que dominábamos casi todos los partidos y no había manera de ganar lo que merecíamos, en fin.

Ya que topamos Huracán, ¿cómo en seis meses, quizás un poco más, se logra concretar que un equipo juegue de esa manera tan vistosa?

No es mérito mío, es decir, se tienen que reunir un montón de factores. Primero encontrar los jugadores adecuados, que compartan una idea, que era esa idea que se puso en la cancha. Después, crear a buenas personas también, es decir, que esos jugadores sean además buenas personas. Encontrar tres o cuatro o cinco líderes positivos dentro del equipo. Y después, la comunión que se armó enseguida con la gente. Todo eso se unió para que este equipo rápidamente encontrara esa manera de jugar. Y una pretemporada con muchos partidos, donde ganamos muy poco en la pretemporada. Jugábamos bastante bien y se armó ese juego, esa idea y después ya en el campeonato ocurrió eso, además un equipo que tenía mucha personalidad, porque, en determinado momento, perdimos un partido con Independiente, un partido increíble que fue uno de los mejores partidos de Huracán y, a partir de ahí, necesitamos ganar todos los partidos para poder estar peleando el campeonato y ganamos todos menos contra el Estudiantes de La Plata que empatamos y así todos llegamos al último partido con un punto de ventaja, después de ganar, no me acuerdo si siete u ocho partidos seguidos, es decir, un equipo con personalidad, un equipo de buenos jugadores. Se dio todo junto y hay veces que no se da.

¿Cómo observa usted la actualidad de la selección argentina de Messi y Scaloni al mando?

Muy bueno. El cuerpo técnico de Scaloni y todos los demás muchachos que lo componen han sido muy inteligentes, han logrado hacer un equipo que responda a la idiosincrasia del fútbol argentino. Eso se hace convocando a los jugadores para esa idea. Han logrado también formar un equipo al cual se agrega Messi y no que sea Messi el que resuelva todo. Entonces eso yo creo que son muchachos que no han tenido experiencia en la conducción de equipo, sin embargo han demostrado que la experiencia no es lo más importante, sino que es una de las cosas importantes y lo otro es la capacidad de conducción, la idea, la inteligencia, en fin.

DT de Huracán en 2008 – 2009

Yo estoy muy conforme con la selección argentina, me siento representado en mi idea de cómo juega Argentina. No siempre juega maravillosamente bien, ni siempre va a ganar, pero eso es lo que la mayoría de los argentinos esperan de su equipo.

¿Qué importancia tiene en un equipo de fútbol tener una identidad?

Es fundamental. Es decir, este equipo juega a esto, muy bien, con variantes, por supuesto, después hay variantes de acuerdo a los rivales, variantes que se logran jugando, pero nunca vi yo un campeón o un equipo, un gran equipo, que vaya variando, que un día meta pelotazo largo, otro día juegue, otro día qué sé yo, eso nunca lo vi. Ahora, han salido campeones de equipos que juegan de acuerdo a lo que yo creo que es jugar bien y otro equipo que han ganado, que han salido campeones, jugando de otra manera, pero defendiendo esa identidad.

¿Cómo el director técnico trabaja esa identidad en el jugador y en el colectivo?

Cuando yo asumía algún equipo, les explicaba a los jugadores cuál era mi idea de juego y les explicaba lo que yo quería que un equipo haga dentro de la cancha. Después, comenzamos a entrenar, comenzamos a jugar. Es decir, ¿cómo se aprende a jugar? Jugando. ¿Cómo se entrena mejor para jugar para que se vayan coordinando los jugadores, para que se vayan ellos mismos encontrándose entre ellos? Haciendo entrenamientos, jugando. Y en entrenamientos no siempre se puede jugar porque es muy desgastador, sino también con acciones de juego. Poco a poco se va dando y teniendo los jugadores adecuados, naturalmente. Es dificilísimo. Si yo quiero jugar al fútbol y resulta que los jugadores míos no son capaces de darle la pelota a un compañero a cuatro metros, entonces ahí estamos hablando de otra cosa.

¿Cómo ve el futuro del fútbol?

Yo creo que Gramsci fue el que dijo que hay que ser optimista con la voluntad y pesimista con la razón. Bueno, eso es. Yo soy optimista con la voluntad y pesimista con la razón.

Usted estudió Filosofía y Pedagogía. ¿Cómo influyeron estas ramas en su carrera como entrenador?

Yo creo que no, pero para mí lo que más influyó fue el barrio, donde nací, la gente mayor, los entrenadores que tuve cuando empecé a jugar fútbol, los equipos que yo veía, el concepto que había en el barrio al jugar, porque si vos tirabas la pelota afuera o le pegabas mal tres veces seguidas, te mandaban al arco o no jugabas, entonces había un concepto de dar la pelota al compañero. Yo creo que eso influyó más que lo otro. Lo otro naturalmente te ayuda, ¿en qué cosas? No se sabe, es algo que uno lo tiene ahí. Es igual que las lecturas, ¿en qué te influyó tal libro? No lo sé, en algo me habrá influido, pero no lo sé concretamente.

Un entrenador tiene que saber conducir personas y eso no hace falta estudiar, es decir, yo siempre digo una cosa: una madre tiene un hijo y no hace falta que vaya a un libro a ver cómo se cría un hijo; tiene intuición, tiene cultura de otras madres y eso es muy válido. En el fútbol igual, no hace falta ser un erudito y saber de psicología para conducir un grupo, hay la intuición. Hay distintas maneras de conducir, también.

Vos me preguntas cómo se hace para conquistar una mujer, algunos tipos las conquistan con la pinta, se ponen ahí y ya está, otros necesitábamos hablar mucho, otros con el prestigio, yo que sé, pero lo que no puedes hacer es decirle a otro que conquiste la mujer por vos. Lo que no puedes hacer es tener un psicólogo dentro del plantel para que te escuchen los jugadores o conducir, lo tenés que hacer vos como entrenador y si no lo podés, fracasaste en ese aspecto. TF

Mira la entrevista completa en:

Autor nota y entrevista: Martín Guzmán Vela (X: @MartinGuzmanTF | IG: @martinguzmanvela).

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