Entrevista | Wellington Sánchez: El jugador talentoso se ha ido perdiendo

Diálogo con un destacado volante ecuatoriano, referente en El Nacional y Emelec

Fue uno de los mejores jugadores del fútbol ecuatoriano durante la década del 90 e inicios de los años 2000. Es ídolo en más de un equipo grande, tanto en Guayaquil como en Quito. Su talento lo llevó al fútbol de Estados Unidos y le permitió ser parte de aquella selección ecuatoriana que disputó su primer mundial en Corea – Japón 2002.

Charlamos con Wellington Sánchez, quien fue un mediocampista ofensivo que cualquier equipo habría querido tener en sus filas, pero solo unos pocos tuvieron la chance de verlo brillar, como fue el caso de Emelec y El Nacional, clubes a los que brindó varios títulos.

¿Cuáles son sus primeros pasos junto a la pelota?

Soy de la ciudad de Ambato, realizo mis formativas en este caso en la Selección de Tungurahua, porque en ese momento no teníamos sub 10, sub 12, sub 16. Esos fueron mis inicios en la Selección de Tungurahua para los Juegos Nacionales que se desarrollaron en Tungurahua. Yo pasé alrededor de cuatro o cinco años ahí porque se posponía cada tiempo, cada tiempo las obras todavía no estaban y se iba posponiendo, entonces pasé muchos años ahí en la Selección de Tungurahua y creo que ese proceso me ayudó bastantísimo, para después, a los 16 años, vincularme profesionalmente a Técnico Universitario, donde yo debuto profesionalmente.

¿Cómo es ese debut?

Lo que uno como niño, como adolescente sueña, a mí se me dio muy temprano y con el nerviosismo todavía porque hoy los tiempos son distintos, antes ver a un chico que debutaba a 16 años capaz no se le tomaba ni en cuenta, porque se tomaba en cuenta a los grandes, nada más, era así, hoy los tiempos son distintos, hoy te llama la atención el debut de un chico de 15, 16 años.

Ahí uno tratando de abrirse campo, tratar de mostrarse, si te llevaron de la Selección de Tungurahua a un club de acá de la ciudad debe ser porque vieron algo en ti. Entonces tú te ibas intentando poner mentalmente fuerte, porque de hecho era muy complicado, así que fue duro.

Mi debut fue ante El Nacional. El Nacional tenía un equipazo. Perdimos acá en la ciudad de Ambato, me parece que fue 3-1, 4-1, no estoy muy seguro en el marcador, pero El Nacional era el campeón, tenía un equipazo. Entonces ese fue mi debut, no el debut soñado, pero al final debut ya en el fútbol profesional.

Sánchez en El Nacional

Posteriormente, ¿cómo es ese paso al fútbol de Quito?

Antes de llegar a El Nacional, el año de los Juegos Nacionales me vino a ver gente de El Nacional, Carlos Ron, recuerdo. Yo tenía 16 años y ellos me vinieron a ver para llevarme ya a las formativas del equipo, pero yo estaba estudiando acá, no pensaba que pronto un equipo, en ese momento, uno de los mejores del Ecuador, todo el mundo quería ir a El Nacional, se fijen en uno. También mi padre jugó en la época de los 70, entonces él me guió un poco en ese aspecto, me dijo “va a ser un poco complicado que vayas allá, te puedas mostrar y yo quisiera que te muestres mejor un equipo de acá, de la ciudad de Ambato”. Y se dieron así las cosas, no fui ese año a El Nacional y después vuelvo ya de tres años, cuando iba a cumplir 20 años al club, pero yo ya tenía un nombre a nivel Nacional. Entonces llegué con otra predisposición, ya me conocían. No fue fácil, pero fue un poco mejor adaptarme al grupo de jugadores cuando yo llegué a El Nacional. Antes pasé por Universidad Católica, entonces todo ese proceso me sirvió como para llegar un poco más fortalecido, un poco más maduro, en este caso, al Club Deportivo El Nacional.

¿Cómo fue esa primera etapa en El Nacional, en la que incluso hay el título del 96?

Al comienzo llegué y fue complicado. Yo venía de una Selección sub 23, jugamos en Colombia, un Panamericano, alguna cosa así jugamos y al comienzo no tenía mucha posibilidad, era el director técnico Polo Carrera y no jugaba al comienzo, se me tornaba un poco complicado, pero después fui ganándome espacio de a poco, terminé jugando y marco un gol al minuto 90 y algo ante Emelec en el Atahualpa, si no hacía ese gol Emelec era campeón y yo termino haciendo ese gol y forzamos a un partido más que se definió el campeonato el día domingo, pero Emelec fue campeón y nosotros no pudimos ganarle a Barcelona en Guayaquil para nosotros poder ser campeones. Recuerdo ese gol y ese año porque yo creo que ahí fue ya mi consagración como para por el siguiente año ya ser titular y proyectarme a nivel de Selección, ya las cosas se me fueron dando ahí desde ese momento.

¿Cómo fue la experiencia de su paso por el fútbol de los Estados Unidos?

Después de la Copa América de Bolivia hay posibilidades de irme. Me fui bien en esa Copa América, fui uno de los mejores jugadores de mi país y uno de los mejores del torneo, entonces eso me abrió puertas, porque antes era así, tenían que verte a nivel de selección hacer algo diferente, algo distinto. Hoy las cosas son distintas, incluso puedes jugar aquí en el Ecuador en segunda categoría, que si te ven, te ve un empresario y ya te lleva, es mucho más fácil.

Me fue bien y hubo tres posibilidades, era un equipo colombiano, no sé si era el América de Cali a préstamo, e Independiente de Argentina a préstamo y una venta directa a la MLS, entonces el general Luna, el presidente, me llama a la oficina y me dice “mira, tengo estas tres opciones, decide tú cuál deseas”, pero yo ya me fui a un partido amistoso con la Selección de Ecuador en Baltimore, hice un gol yo ahí, partido amistoso ante Estados Unidos y me había llamado la idea, la ilusión de ir a Estados Unidos. Cuando se da esta posibilidad le dije al presidente “y si es una venta directa a mí me conviene, véndame allá a la MLS”. De esa manera se dio esa posibilidad de ir allá. Firmé un contrato por tres años. Futbolísticamente no me fue tan bien, no tuve muchas oportunidades con el entrenador, pero el hecho de ir en ese momento, 98-99, ya mentalmente situaciones que, por ejemplo, acá en Ecuador no veía, el jugar espacio reducido, yo nunca hice en El Nacional en ese momento, allá ya lo hacíamos, o sea, otra metodología. Entonces uno obviamente va aprendiendo mucho más de eso.

De pronto no me quedé también porque ‘Bolillo’ Gómez me dijo que tenía que verme jugar para ser convocado a la Selección, porque si no iba a ser complicado por el tema de prensa, entonces ahí se da lo de Emelec, volver nuevamente al país y no pensé dos veces. Ya al regresar a Emelec, estar jugando continuamente, me dio esa posibilidad de jugar toda la eliminatoria prácticamente y estar en el Mundial.

Entrevista vía Zoom

¿Cómo fue llegar al fútbol ahora de Guayaquil?

En primera instancia hablamos con mi empresario y la idea era quedarme solamente un año para poder jugar y nuevamente salir al fútbol de México, a otro fútbol que haya la posibilidad, pero la verdad me fue tan bien que me terminó gustando. Omar Quintana, que en paz descanse, el presidente, se portó muy bien conmigo y creo que cada año me fui consolidando, fui llenando esa expectativa ahí. La hinchada también me la metí en el bolsillo, creo que al tiempo que estuve en Emelec, como en los equipos que he estado, me gustó entregarme por completo, jugar bien, entrenarme bien, cuidarme e intentar dar espectáculo a la gente. Todo ese tiempo, toda esa performance en Emelec fueron muy bonitos años, conseguimos un bicampeonato, 2001-2002, un vicecampeonato de Copa Merconorte y normalmente todos los años que estuve entramos a Copa Libertadores, excepto el 2004, donde ya Omar Quintana salió de la dirigencia, cogieron otros dirigentes, el equipo empezó con problemas económicos y por eso fue mi salida en 2005, el retorno a El Nacional.

Cuénteme sobre el campeonato del 2002, ¿cómo se vivió ese campeonato que Emelec lo ganó agónicamente?

Fue complicado. Uno capaz estaba acostumbrado a jugar las liguillas, jugaban seis equipos y disputaban el campeonato, de pronto era hasta más atractivo. Nosotros no habíamos hecho una mala liguilla, tuvimos un traspié en el primer partido con El Nacional en Quito, pero nosotros teníamos la gran oportunidad de que si conseguíamos un punto o ganábamos al Deportivo Quito en Ibarra, previo al partido contra Aucas del último, nosotros teníamos grandes posibilidades de cerrar el campeonato, pero nos sorprende el Quito y nos gana ese partido, el Quito sin tener ya ninguna opción prácticamente, entonces, ese momento sí vimos mermadas las posibilidades. Después, mirando los otros resultados que se dieron en el último partido con Aucas, cerrar el campeonato. De todas maneras, fue una semana un poco atípica porque, en realidad, anímicamente no nos recuperamos hasta el día jueves. Recuerdo con Rodolfo Motta, siempre había charlas, conversaciones y el grupo no creía que se podía dar los resultados. Nosotros teníamos que ganar y esperar resultados y se dio todo. Nosotros fuimos a intentar ganar, sabíamos que era difícil porque imagínate que se den dos resultados era mucho más difícil, fue súper complicado, de pronto se te da uno en el fútbol, pero no los dos. Tuvimos esa suerte de campeón y se termina dando todo. Nosotros ganamos ese partido ahí que hace el gol Augusto Poroso de chilena y los otros resultados se dan en Quito, era una cosa increíble, yo no lo creí en el Capwell y después de que le ganamos al Aucas y escuchamos los otros resultados y coronamos un bicampeonato sufrido, pero lindo. Siempre en el fútbol eso es lo que te marca una diferencia, conseguir algún objetivo en el equipo que estés, los títulos te marcan mucha diferencia.

Y ese día nació su hijo, ¿verdad?

Sí, ese día nació mi hijo también, claro. Todo se dio ese día. Él tenía que nacer martes o miércoles, iba a nacer en Navidad y se adelantó todo para ese domingo, justo el día del partido. Fue un día para mí inolvidable, un día que desde las cinco de la mañana no dormí prácticamente porque ya yo fui a dejar a mi esposa en la clínica, fui al apartamento, la llevé a la clínica, tranquilicé un poco. Después yo me volví a la concentración a desayunar, ella pensó que me iba a quedar y yo decía “tengo una final también”, imagínate, puse en prioridad al equipo, a un campeonato y dejé de lado a mi esposa, pero son las cosas que se tienen que dar en la profesión de uno. Hoy me recuerdo de eso y es grato, eso quedará para la conversación de mucha gente, de mi hijo mismo. Fue un día lindo porque antes del partido, a las 11 y 45, yo tengo un mensaje ahí en el celular, yo estaba un poco inquieto, porque no sabía qué es lo que podía suceder, pero ya cuando tengo el mensaje en el celular de un doctor y que me dice que mi hijo está bien, que nació bien, que todo se dio con normalidad, yo ya psicológicamente cambié y traté de enfocarme en el partido en ese momento. Después de 90 minutos, conseguir ese objetivo con los resultados que se dieron y el nacimiento de mi hijo fue un domingo 22 de diciembre, pero para no olvidarlo, muy hermoso.

De ahí nuevamente a El Nacional, un segundo ciclo en el equipo militar y un bicampeonato más.

Sí, hermosa porque yo salgo Emelec y vuelvo a El Nacional, que venía con una proyección de chicos increíble, hablemos de David Quiroz, de Castillo, de ‘Canguro’ Borja, me lo encuentro ahí a Otilino, los primeros meses que después, lamentablemente, en mayo fallece en su accidente, Antonio Valencia, Omar y Erick de Jesús, Castro, Pavel Caicedo, teníamos un tremendo equipo y por eso logramos conseguir ese bicampeonato. Después aparece Pedro Quiñones en 2006, de ‘Chucho’ Benítez. Contento porque llegué a un equipo de excelentes jugadores, con un talento tremendo, ahí no se te hace muy difícil a ti, si no entras en ese talento, eres malo, no puedes estar en ese equipo, es así de sencillo. Contento porque volví a El Nacional y vuelvo a ganar dos títulos, que a la postre con el de 96 serían tres títulos que tengo con el club. Y se nos va, lamentablemente, ese tricampeonato que no lo pudimos hacer, se nos escapó de las manos, lo intentamos hasta el final, pero hubiese sido hermoso ganar otro tricampeonato con El Nacional.

En Emelec, junto a Carlos A. Juárez

En el cierre de su carrera, otros equipos, Independiente, Mushuc Runa, pero quiero puntualizar en Aucas. ¿Cómo fue esa etapa de pelear el ascenso?

El hecho de haber ganado ese ascenso con Aucas es más o menos como el campeonato que tú juegas con tu equipo de barrio, o sea, una locura, lo mejor que pudo haber pasado, un campeonato, un ascenso con un sabor en el estadio de alegría, pero también a lamento, a lloro, porque había mucha gente grande que lloraba mucho por el equipo y me marcó eso, así que me gustó el proyecto porque me lleva el capitán César Benalcázar, yo podía todavía jugar en algún equipo de primera y me dice “Wellington venga para acá, vamos a subir, hay este proyecto, el señor Gordón está acá a cargo del equipo”, entonces hablé con él, se dieron las cosas en económico y me gustó, también llegar, haber dejado la historia en este equipo porque no sé si ese año el equipo no subía, no sé si estaba como está en este momento, eso también es una gran verdad, no sé qué es lo que hubiese podido pasar porque era ese año o ese año, no había más, ese año tenía que el equipo que subir sí o sí.

¿Cómo fue el cierre de su carrera?

Se dio acá en la ciudad de Ambato, regresé a Técnico Universitario, estuve alrededor de dos meses, no se dieron las cosas, un tema ahí dirigencial que no me gustó, entonces salí tranquilamente sin pelearme con nadie y después en ese mismo año el ‘Turco’ Asad coge Olmedo de Riobamba y Olmedo estaba en una situación muy complicada, estaba por descender, lo que le pasó el año anterior estaba por sucederle, y el ‘Turco’ me dice ‘Willy, ven, dame una mano, acá económicamente el tema no está bien, pero necesito de ti, necesito experiencia’, entonces le dije, ‘bueno, por dinero no hay problema, voy, te doy una mano’, porque yo aprendí mucho con el ‘Turco’ cuando estuve en Aucas, soy un agradecido de él, su forma de manejar el grupo, sus conceptos futbolísticos, aprendí muchísimo en verdad de él y voy a Riobamba, juego un par de partidos, le logramos salvar al equipo, le estabilizamos, quedamos en una situación stand-by, ni para arriba ni para abajo y yo no decido ya jugar los últimos cinco partidos, porque ya no había peligro de descender, entonces, más o menos, ese fue ahí en Olmedo, yo termino retirándome, salvándole la categoría también en la B, para que no descienda y ya después, dejo de jugar.

Vamos con la selección, ¿cuál es la sensación de haber jugado con el equipo del país?

La mejor. Yo creo que para todo jugador el hecho de ponerse la camiseta nacional es lo mejor, a mí siempre me pasó, siempre me sentí motivado, siempre quería ser convocado, cada semana, cada entrenamiento se prepara para eso, cuando hay eliminatorias, para siempre ser tomado en cuenta, entonces, las sensaciones son únicas, defender a tu país, aquí en el Atahualpa o cuando estuviste fuera también, cuando fuiste a jugar, cuando fuiste al Mundial, yo creo que eso es lo máximo que le puede pasar a un jugador y teníamos que ir, golpeados o medio lesionados, pero vos tenías que ponerte bien para poder ya entrenar, para poderte poner a disposición del cuerpo técnico; a la Selección, si te llamaban, teníamos que ir, o en lo personal, tenía que ir, no había dolor, no había cansancio, no había nada, tenía que estar ahí presente.

¿Cómo fue aquella Copa América del 97, en la que fue una de las figuras de ese torneo?

A mí me fue bien en lo personal, pero el grupo también tuvo un buen desempeño, lamentablemente perdimos ahí con México, si no hubiésemos pasado, que hubiese sido todavía la presentación mucho mejor, tuvimos que enfrentar a Argentina, a Chile y a Paraguay, selecciones muy difíciles, muy complicadas, pero logramos calificar y con México, lamentablemente, ya en los penales quedamos fuera, pero en lo personal fue muy bonito, porque dimos combate, dimos batalla, tuvimos una participación muy buena, una participación digna y eso me sirvió para mostrarme al fútbol internacional también.

Habitual en la Selección de Ecuador

Las Eliminatorias hacia Corea y Japón, ¿cómo se desarrolló? ¿Cómo fue la experiencia de ir al primer mundial?

De a poco fuimos creyendo, el que diga otra cosa estaría mintiendo, porque vino ‘Bolillo’, empezó a conformar la selección, los jugadores y de a poco se iban dando los resultados, íbamos creyendo, íbamos haciéndonos más amigos, más comprometidos unos al otro y eso sirvió mucho para poder ir ganando los partidos que necesitamos y sumar los puntos que queríamos para poder llegar al mundial, tomando en cuenta que en esa eliminatoria quedamos segundo, entonces es una de las participaciones a nivel de eliminatoria de las mejores.

Y haber estado en la lista de quienes acudieron a Corea y Japón. ¿Cuál fue la sensación de enterarse luego de todo ese proceso entre que acaba la eliminatoria y entregan la lista?

Eso fue lo mejor, porque nosotros no sabíamos. Yo recuerdo el partido que empatamos contra Uruguay, en Quito, era una alegría increíble, la gente en las calles, el bus no se podía mover. Lo que se vivió ese día es algo inolvidable, nosotros también lo sentíamos de esa manera, pero ya después, cuando uno nuevamente vuelve a su equipo, empieza a entrenar, porque ya se termina y tú tienes que seguir preparándote, tienes que seguir jugando en tu equipo, en este caso yo en Emelec y decíamos “¿y ahora estaremos en esa lista? ¿Y ahora qué tengo que hacer para meterme en esa lista definitiva?”, entonces sí fueron meses de incertidumbre, sí fueron meses de ansiedad también, en lo personal, a mí me pasó, porque siempre te venía en la cabeza “estuviste en la mayor cantidad de partidos de la eliminatoria, pero eso no te garantiza de que estés”, entonces tú tenías que intentar estar bien en tu equipo, seguirte mostrando para de esa manera tener serias posibilidades de ir al mundial, pero a mí cuando se me notifica, me hacen una llamada de la Federación, yo estaba en Guayaquil, fue una alegría impresionante, no lo creía en realidad, una alegría inmensa poder formar en una lista definitiva y participar en tu primer mundial, para mí fue lo mejor que me ha pasado a nivel futbolístico.

¿Y estar propiamente en el mundial y arribar a territorio asiático?

Muchas anécdotas se dieron, el hecho de ir a otra cultura, adaptarte al cambio de hora, fue complicado, pero sobre la marcha fuimos aprendiendo, fuimos conociendo la cultura, adaptándonos al cambio de hora también, que sí fue complicado. A veces ya las horas de sueño, no dormías en las que eras, estabas despierto, pasó eso, nos pasó mucho, a pesar que nosotros estuvimos 10 días por España también, haciendo un par de partidos amistosos, pero 15 días llegamos a Japón antes de la inauguración del mismo. Fue una experiencia única, muy bonita, recuerdo el tema de viajar con la Selección, la hinchada, fue mucha gente a Japón. Todos esos detalles, todas esas circunstancias que se vivieron alrededor de nosotros, de la Selección, es un recuerdo que lo tenemos siempre presente. Y las sensaciones ya de estar en el mundial, de enfrentarte a Italia, de enfrentarte a Croacia, a México lo habíamos enfrentado siempre acá, partidos amistosos, en Copa América y ese es el partido que por ahí, creo yo, nos confiamos un poco y terminamos perdiendo, porque capaz que si lo empatamos, terminábamos calificando por primera vez, que hubiese sido algo increíble, pero yo creo que aquí pecamos un poco de confiarnos, del hecho ya de habernos jugado siempre con ellos, de conocernos incluso, terminar perdiendo, porque Croacia, dijimos “es el partido, no nos podemos ir sin conseguir algo” y lo pudimos ganar, una selección complicada.

¿Cómo ha evolucionado el fútbol desde que usted era jugador, desde esos primeros pasos en los 90 a lo que es ahora?

Hay mucho cambio. El fútbol no deja de ser el fútbol, once contra once con una pelota que hay que defenderla, cuando la tienes, hay que protegerla, intentar jugar y marcar el gol en arco rival, pero hay muchos factores, el fútbol es más rápido, los conceptos han cambiado en cuanto al ataque, intentas atacar mucho por bandas, buscas siempre llegar a la línea final, ese jugador talentoso se ha ido perdiendo, es un fútbol más físico. Es así. Tienes que estar físicamente muy bien y marcas en diferentes espacios. Hoy el arquero sale jugando, antes no salía jugando, hay entrenadores que les gusta priorizar eso, otros son más prácticos, ya depende también de la calidad de jugadores que tengas, pero sí considero que ha cambiado y también creo que hoy tenemos una camada de jugadores muy buenos, tenemos una Selección muy buena en todas las líneas, jugadores que juegan en grandes equipos y son titulares y eso le da otra jerarquía a nuestra selección, te ven con otros ojos.

Con Aucas en sus últimos años como profesional

¿Cómo ve la selección actual?

Lo veo bien. Sí, bien es cierto, Félix Sánchez ha tenido el rechazo, creo que un gran porcentaje de la prensa y de la fanaticada, pero si hacemos un análisis más tranquilo, estamos en zona de calificación, hemos conseguido los puntos que hemos tenido que conseguir, a pesar de arrancar con tres menos y esperemos que en algún momento pueda mostrar esa idea futbolística, que la gente habla de eso, que la selección no juega nada, pero gana, imagínate si jugáramos algo y no ganaríamos, tampoco perdonaríamos eso. El fútbol es así. Yo creo que ha sido práctico y han definido los jugadores, porque también soy consciente de que los jugadores son los que te definen los partidos, el entrenador es la cabeza, el entrenador tiene una idea, el entrenador hace los cambios con su cuerpo técnico, hace una preparación, una planificación, pero los jugadores son los que te deciden y nosotros tenemos buenos jugadores, fundamentalmente en la parte defensiva, ahí somos fuertes, somos muy fuertes, hay muy buenos marcadores, muy buenos centrales y esperemos que puedan seguir apareciendo más talentos. A mí me gusta el juego del chico Kendry Páez y ojalá que no lo pongan por línea, porque si lo ponen por línea lo van a perder, él es un interior, él tiene que jugar por dentro y tiene que tener gente que lo pase por fuera rápido y el juego de él se lo va a explotar más. Así que tenemos muy buenos jugadores y hay que esperar al técnico.

Yo creo que esta Copa América que se viene nos puede marcar un parámetro mejor. ¿Qué es lo que nos puede marcar? ¿Qué variantes nos puede presentar? ¿Qué variantes nos puede ofrecer como entrenador? Y esperemos poder ver una selección mejor en los partidos y obviamente que tenga una muy buena Copa América e intente llegar a lo más lejos posible, que es difícil.

¿Cuál es la actualidad de Wellington Sánchez?

En negocio personal, acá en Ambato. Estoy también involucrado en fútbol, tenemos un equipo acá en segunda categoría, el Dearing Tungurahua, vamos a participar el tercer año en la segunda categoría, un equipo nuevo, estamos haciendo nuestras armas ahí. Hacemos comentarios también de fútbol. Estamos involucrados en lo que nos gusta, es algo que nos apasiona, algo que lo llevamos desde muy niño y es muy difícil dejarlo a un lado.

¿Qué significa el fútbol en su vida?

El fútbol es todo, en realidad. En una palabra lo diría es el círculo que tengo, es en donde me rodeo, son mis amigos, son la gente que conozco, es lo que me ha dado. Es muy difícil que lo deje, no estar involucrado en cualquier instancia y moriremos con eso. TF

Mira la entrevista completa en:

Entrevistador y autor nota: Martín Guzmán Vela (X: @MartinGuzmanTF | IG: @martinguzmanvela).

Fotos: Redes sociales Wellington Sánchez.

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